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Dando Fuerza a Tu Autoestima

Como siempre, nuestros artículos intentan reflexionar y aportar información sobre temas que creemos interesantes y útiles para nuestros empresarios peluqueros, esteticistas o responsables de spas. Marketing, rendimiento, personal, finanzas, clientes… son temas habituales pero en todos ellos siempre incluimos el factor de desarrollo personal que consideramos esencial para poder aplicar las técnicas y consejos que os transmitimos. Cuando discutíamos en nuestras oficinas sobre la idoneidad o no de realizar artículos sobre desarrollo personal no voy a esconder las inquietudes que aparecieron; “Pocos se toman estos temas en serio”, “Hay que centrase en la empresa”… fueron algunas de las opiniones que aparecieron. En cualquier caso y teniendo en cuenta el clima actual donde muchos no ven más allá del color negro, hemos creído conveniente tocar este tema.

 

“La autoestima es la reputación interna que nos creamos para nosotros mismos”

Uno de los aspectos claves para sentirnos contentos con nosotros mismos y sentir que tenemos éxito en las cosas que nos importan depende bastante de la fuerza de nuestro amor propio o autoestima.

Un buen nivel de autoestima te ayuda a tener una perspectiva positiva de ti mismo, a gestionar situaciones adversas y a creer que todo saldrá bien por más obstáculos que encuentres. Es una fuerza interna que te mantiene en pie y que te da el coraje que necesitas para tener el éxito que deseas.

En cambio, bajos niveles de autoestima nos produce justamente el efecto contrario. Nos hace dudar de nosotros mismos y nos produce un sutil sentimiento que no somos lo bastante buenos para ‘ciertos retos de esta vida’. En realidad, la baja autoestima es a veces utilizada para diagnosticar problemas de ansiedad, tristeza, hostilidad, soledad…

 

¿Qué es la autoestima?

Seguramente el término te resulta bastante familiar. A menudo se asocia con la confianza en uno mismo pero la autoestima es algo más que confianza – algo más profundo. Incluso existen expertos que afirman que se puede tener una buena confianza en uno mismo pero tener baja autoestima y lo ligan con la actitud de ‘aparéntalo hasta conseguirlo’.

Una saludable autoestima no incluye el querer aparentar nada. Existe un intenso debate sobre la definición de autoestima. La principal teoría afirma que es una combinación de 2 factores; capacidad y valor. Varios expertos en la en la materia, afirman lo siguiente: “La autoestima tiene 2 aspectos interrelacionados; exige una percepción de eficacia personal y una percepción positiva de nuestros méritos personales”.

 

Méritos y Confianza

La confianza es el elemento de la autoestima que se encarga de medir hasta que punto crees que tienes las habilidades que necesitas para tener éxito en las áreas que son importantes para ti. Por ejemplo, de nada sirve si asombras a todo el mundo por lo bien que cantas y bailas si lo que realmente valoras es tu éxito como empresario(a). Por lo contrario, si subes a lo más alto de tu profesión pero no estás del todo satisfecho con la misma, raramente obtendrás de ello un resultado positivo para tu autoestima.

Es esta idea del valor que le damos a cada cosa que nos lleva al otro aspecto importante dentro de la autoestima: Los méritos personales. Aquí es donde expresas tu propia valoración general sobre ti mismo(a). Se basa en tus valores y en hasta que punto eres fiel a los mismos. Estos 2 factores juntos influencian en tu percepción de ‘soy lo bastante bueno(a)’ y en si te gusta y respetas a la persona que eres.

Al combinar nuestros méritos personales y nuestra confianza en nosotros y observando la relación que hay entre ellos podemos obtener y evaluar nuestros propios niveles de autoestima. El simple hecho de sentirse bien con uno mismo no implica necesariamente una buena autoestima. Tiene que haber un sentimiento de méritos personales donde tu comportamiento genera acciones positivas para ti. Por el otro lado el tener un sentimiento exagerado sobre los méritos personales puede fácilmente llevar al narcisismo. El equilibrio entre estos aspectos es esencial para tener unos niveles de autoestima saludables.

 

Mejorando la autoestima

Aquí tienes algunas pistas sobre cómo mejorar tu autoestima;

  • Piensa positivamente sobre ti : Tu eres la única persona que puede cambiar la visión de tu mismo(a). Nadie puede proporcionarnos autoestima, sólo nosotros podemos construirla pensando sobre todas las cosas positivas en nuestras vidas. Entra en el hábito de pensar positivamente y aprende a detectar y destruir tus técnicas de auto-sabotaje. ¡Conviértete en tu propio animador personal!
  • Orgullecete de tus éxitos: Celebra cuando hagas cosas bien hechas. No esperes que alguien venga a decirte lo maravilloso(a) que eres; te lo puedes decir tu.
  • Marca objetivos: Cuantos más consigas, más bien te sentirás contigo mismo. Además te será más fácil reconocer los meritos personales que alcanzas con cada nuevo objetivo cumplido.
  • Integridad: Tu autoestima crece cuando eres fiel a tus valores. Si te encuentras en una situación difícil, haz todo lo posible para tomar una decisión que siga en tu línea de valores. Consigue tus goles con integridad y no perjudiques a tu autoestima ‘haciendo trampas’ o actuando en contra de lo que tú crees correcto por grande que sea la tentación.
  • Nadie es perfecto: Todos cometemos errores y es incluso positivo que lo hagamos siempre que aprendamos de ellos. El estándar al que tienes que llegar es sólo el tuyo; deja de preocuparte por lo que otros piensan y concentrarte en tus grandes cualidades. La confianza que trasmitirás de ti mismo a los demás, sobrepasará las limitaciones que puedas tener.
  • Cuida el aspecto físico: Las actividades que benefician a tu salud te aportan control sobre ti mismo y te aporta un sentido de satisfacción que se traslada a otras áreas de tu vida.
  • Ahora cambia las palabras ‘tu’ o ‘ti’ que aparecen en los puntos anteriores y prueba a sustituirlos por ‘tu empresa’. ¡Aquí lo tienes!

Tu forma de pensar juega un papel clave en tus niveles de autoestima. Tú tienes el control y tú puedes marcar la diferencia. Una buena autoestima es importante porque te ayudará a gestionar los momentos difíciles y conseguir las cosas que son más importantes para ti. ¡Comprométete contigo mismo(a) y valora quien eres y lo que haces!

 

¡Saludos del equipo de Shortcuts!

 

Equipo

¿Con qué Estilo Ayudas a tu Equipo y Empresa?

Todo el mundo ha oído a hablar de liderazgo pero muy pocos saben cómo liderar con efectividad.

También es conocida por todos la importancia que ejerce un buen liderazgo para gestionar uno o varios centros con éxito. Un liderazgo efectivo significa proporcionar una dirección clara a la empresa, consiguiendo la gente idónea para cada uno de los trabajos, todo ello en beneficio del conjunto. Casi suena a fantasía ¿no?

Si deseas mejorar tus capacidades en esta materia, un buen punto de partida es entender tu estilo para así poder mejorar después tus capacidades. Los expertos en la materia, después de muchos estudios sobre el tema, concluyen que existen cuatro estilos básicos de liderazgo:

Laissez-Faire- Dar la máxima libertad a los miembros del equipo. Se traduce literalmente como Dejar hacer. Se permite al equipo tomar muchas de las decisiones. Normalmente, este estilo puede ser efectivo cuando se dispone de un equipo muy capacitado y motivado que no requiere un control y supervisión cercanos.

Democrático- Se basa en hacer participar a los miembros del equipo en la toma de decisiones y en temas estratégicos. Se permite al equipo proporcionar sus puntos de vista antes de tomar una decisión. Este estilo pude ser complicado de gestionar cuando existen demasiados puntos de vista e ideas distintas.

Burocrático- Estilo de supervisión donde el responsable marca una serie de normas y procedimientos y principalmente se dedica a comprobar que se cumplan a rajatabla y se asegura que el equipo haga lo mismo.

Autocrático- Liderazgo, retiene todo el poder en una persona y simplemente transmite órdenes y direcciones a los miembros de su equipo. Los miembros del equipo tienen pocas oportunidades de aportar ideas o sugerencias. Aunque funciona para ciertos sectores y proyectos, como trabajos rutinarios o de poca especialización, no funciona en nuestro sector. Este estilo te llevaría a una rotación de empleados y un nivel de absentismo elevados.

Con toda seguridad podrás pensar en una persona en tu vida que catalogarías en cada una de estas categorías. También es muy probable que puedas pensar en distintas vivencias tuyas en las que has adoptado uno u otro de estos estilos. Los hechos son que todos tenemos una tendencia natural hacia alguna de estas categorías, pero se dice que los mejores lideres son aquellos que son capaces de adoptar distintos estilos dependiendo de factores como;

  • El empleado
  • La situación específica
  • Los riesgos
  • El tipo de proyecto o tarea a llevar a cabo

A continuación te mostramos algunas pistas y consejos sobre cuando es más recomendable usar cada uno de los estilos;

Burocrático
Usar

Si el líder no es muy efectivo en la toma de decisiones

Si los individuos deben ser muy conscientes de los estándares de trabajo

Si son trabajos de naturaleza delicada incluyendo la gestión de dinero o personas.

Si son trabajos muy repetitivos

No usar

Si la situación o proyecto necesita una aportación de creatividad

Con empleados muy cualificados o con gran experiencia

Si es necesario potenciar la motivación de empleados.

Autocrático
Usar

Personal nuevo o con poca formación..

Trabajos con una necesidad de supervisión elevada.

Proyectos con una coordinación compleja.

Con la implementación de grandes cambios.

No usar

Cuando la retención de conocimeinto y experiencia es una clave importante.

Con personal altamente cualificado o con gran experiencia.

Cuando se desee crear un ambiente creativo y de nuevas ideas.

Laissez-Faire
Usar

El líder realiza un seguimiento de los progresos.

Comunica resultados al equipo de forma regular.

Los miembros del equipo tienen mucha experiencia.

Los miembros del equipo poseen elevados conocimientos y capacidad de iniciativa propia.

No usar

Si existe falta de motivación en la persona o equipo.

Si al sonar la última campanada de la hora de fin de la jornada ya tienen la chaqueta puesta.

Si no has comprobado antes que tareas y proyectos importantes son concluidos con éxito sin necesidad de un control regular por tu parte.

Democrático
Usar

Se definen unos objetivos claros.

Los miembros del equipo pueden evaluar su propio rendimiento.

La calidad va por delante de la rapidez.

El trabajo en equipo es esencial.

Las personas tienen mucha experiencia.

Los cambios afectan siempre a todos por igual.

No usar

Si el tiempo para completar la tarea o proyecto es corto.

Si la productividad es más importante que la calidad.

Si las personas tienen poca experiencia o capacidad de visión.

Estos son sólo algunos de los criterios a considerar cuando necesitamos valorar la mejor manera de abordar distintos trabajos, proyectos y tareas. Cuando surgen dudas es mejor valorar que tipo de resultado necesitamos a corto plazo y el efecto que puede tener la manera de abordar la situación en los miembros de nuestro equipo. Incluso si te encuentras en una situación en la que no das abasto y siempre vas con prisas, la aplicación de un sistema democrático sigue siendo factible. Por el perfil de trabajo en nuestros centros de peluquería, estética y spa el estilo democrático incluso nos puede llevar a mejores niveles productivos.

Es por este motivo que recomendamos que en la próxima reunión de empleados, pienses como puedes encontrar un balance entre lo que tú o tu empresa necesita y lo que tus empleados necesitan. Plantéate cual de las posiciones aquí descritas te es más conveniente. Pensar en cómo puedes conseguir lo mejor para todos es el mejor camino para conseguir lo mejor para tu empresa. ¡Ánimo!

 

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