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¿Estás preparado para hacer crecer tu salón de belleza, o spa?

Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, seguramente tendrás una visión muy precisa de los resultados que quieres alcanzar en los próximos años. Hacer crecer tu salón de belleza es antes de todo una cuestión de visión: ¿Qué metas quieres alcanzar? ¿Qué resultados te esperas?

Alcanzar el crecimiento que te has planteado tiene que ver sobre todo con tu actitud. En este artículo te enseñaremos cuatro preguntas que te harán reflexionar y te permitirán contestar a la cuestión: “¿Estoy preparado para hacer crecer mi salón de belleza? Vamos a verlas a continuación.

1) ¿Tu capacidad de liderazgo está creciendo al mismo ritmo de tu salón?

Liderar un pequeño salón de belleza, no es lo mismo que gestionar y liderar uno grande. Dicho eso, es fácil entender que tu capacidad de liderazgo tiene que desarrollarse al mismo ritmo que tu salón. ¿Estás listo para aceptar el reto? ¿Estás preparado para salir de tu zona de confort y tomar decisiones difíciles? Muchos propietarios de salones de belleza se quedan estancados y no consiguen cambiar su visión y actitud frente a los cambios. Si quieres que tu negocio crezca, tienes que crecer junto a él.

2) ¿Estás planeando el futuro de tu salón de belleza, o spa?

Los salones de éxito siempre planean su futuro. Pensar que el crecimiento sea algo natural, que vendrá por si solo tarde o temprano, es un error. Si no tienes una idea clara de los pasos a seguir para hacer crecer tu salón, es muy difícil que lo logres. La clave está en individualizar todos los riesgos, y las oportunidades, con antelación. Si no te has parado nunca en pensar cómo será tu salón en los próximos treinta días, seis meses o un año, te falta un plan.

3) ¿Eres capaz de delegar y evitar estar siempre involucrado en todo?

Uno de los errores más frecuentes de algunos propietarios es el de querer estar involucrados en todas las pequeñas decisiones del salón. Para conseguir un crecimiento importante, tienes que aprender a delegar. No tienes la capacidad física y psicológica para gestionar cada pequeño detalle. Aquí es dónde se requiere confianza. Si no confías en nadie, olvídate el gran crecimiento que te esperas (y te mereces).

4) ¿Estás desarrollando tu capacidad de gestión financiera?

Sin una correcta y eficaz gestión financiera, tu salón de belleza difícilmente conseguirá crecer al ritmo que te has planteado. Muchos salones viven bajo la constante amenaza de enfrentarse a una crisis financiera. ¿Sabes a qué se debe eso? Se debe a la falta de competencias técnicas de su líder. Si quieres lograr un importante crecimiento, construye un sistema financiero sólido.

Por finir, el nivel de crecimiento de tu salón depende también de tu capacidad de pensar en grande. ¿Qué meta quieres lograr en los próximos cinco años? ¿Cómo será tu salón dentro de diez años? ¿Lo tienes claro?

Si lo tienes claro, empieza a trabajar para lograrlo. ¡El éxito es algo que solo tú puedes conseguir, pero solo si empiezas a pensar de la forma correcta!

El corazón del dueño de un salón de belleza, o spa

Lo que te empujó a montar tu salón de belleza, o spa, es un sueño. No permitas que ese sueño se desvanezca por ninguna razón.

Si tenía que ver con montar tu propio negocio y crear algo único…

No dejes de soñarlo

Si tenía que ver con liderar un equipo extraordinario y talentoso

No dejes de soñarlo

Si tenía que ver con alcanzar el éxito financiero y tener la libertad de hacer lo que más te gusta

No dejes de soñarlo

Si se trataba de ambición y de un desafío contigo mismo

No dejes de soñarlo

Elegir el camino empresarial en el sector de la belleza, es un reto fascinante y emocionante.

– Montar el salón de tus sueños es emocionante
– Formar tu primer equipo es emocionante
– La alegría de ver a tus jóvenes empleados convertirse en grandes profesionales no tiene comparación

Todo eso se traduce en pasión; la pasión que reside en el corazón del dueño de un salón de belleza, o spa.

Es ese corazón que da vida al negocio, le ofrece un sentido y un propósito. Es el corazón del propietario que mantiene alta la motivación en momentos difíciles, y cuándo ese corazón empieza a perder la fe en sus sueños, el negocio se encuentra en peligro.

A continuación te enseñaremos a través de algunas reflexiones, como el corazón del dueño de un salón represente el corazón de todo el negocio.

1) El corazón del dueño da pasión al trabajo: Sin dudas, tener un sueño en tu corazón es fuente de grande pasión. El trabajo es “menos trabajo” cuando las personas sienten pasión por lo que hacen. Si el sueño reside en el corazón, entonces es él lo que da sentido al proyecto empresarial.

– Si sientes pasión por tu trabajo, transmítela a tu equipo. La pasión es capaz de infundir motivación en los que te rodean.

– Si sientes que la pasión se está desvaneciendo, busca razones para recuperarla. Si tu equipo se da cuenta que tu pasión se ha acabado, es probable que la suya también disminuya, o desaparezca.

2) El corazón del dueño de un salón se compromete a alcanzar grandes metas: Un líder determinado, tenaz y focalizado en sus objetivos hará crecer su empresa.

– El corazón no tiene que sentir miedo, sino centrarse en la meta en todo momento

– Si tienes miedo a las dificultades, tu equipo se hundirá contigo

3) El corazón del dueño de un salón crea un sentido de urgencia: La energía de un equipo reside en su nivel de compromiso con el negocio. Para eso, crear un sentido de urgencia es muy importante. El crecimiento de la empresa es algo que se consigue con esfuerzo, y trabajo. La procrastinación no se puede contemplar en un proyecto empresarial sólido y de éxito.

– Visión, objetivos, resultados y comunicación eficaz son todos elementos que requieren prioridad.

– La conexión del equipo con la meta, y la visión empresarial, infunde energía y las ganas de resultar ganadores.
– Si tu corazón pierde ese sentido de urgencia, lo perderán también tus colaboradores. Es tiempo de volver a sintonizarte con tus sueños y tu capacidad de liderazgo.

4) El corazón del dueño de un salón crea o destruye el trabajo en equipo: Conseguir que tu equipo persiga un objetivo común es un gran reto. Si tus empleados se sienten en competición entre ellos, no se están centrando en la meta del salón en general, sino solo en la suya.

– El corazón tiene que ser honesto e imparcial con todos sus colaboradores. No tienen que existir favoritos.

– El corazón del dueño tiene que inspirar para que cada uno alcance su máximo potencial. Cuando un miembro del equipo pone sus logros por encima del objetivo común, la cultura empresarial vacila.
– Si no existe disciplina y una cultura de trabajo en equipo en el salón, eso se reflejará en el sistema de trabajo y en los resultados.

5) El corazón del dueño de un salón toma decisiones difíciles: No podrás ser un buen líder, y hacer crecer tu empresa, a menos que no seas capaz de tomar decisiones difíciles. Necesitarás despedir a algunas personas, tendrás que recortar gastos e implementar nuevos procesos. En muchos casos lucharas con la resistencia de tus empleados.

– El corazón del dueño de un salón aguanta la presión, y la ansiedad típicas en la toma de decisiones.

– Ese corazón comunica abiertamente el porqué de las decisiones, el cómo y el cuándo. Ser claro con tu equipo disminuye la incomodidad que acompaña el cambio.

Por finir, tu corazón late al ritmo de tu negocio: si te sientes bien, el negocio se sentirá bien; de lo contrario, el negocio sufrirá contigo. Eres el propietario de tu salón, y la responsabilidad recae sobre ti.

Tomate el tiempo para reflexionar sobre el nivel de compromiso actual de tu corazón, con tu proyecto empresarial. ¿Estás sintonizado con tus objetivos o necesitas cambiar algo? ¿Sientes pasión por lo que haces? ¡No permitas que tu sueño se desvanezca!

Profesionalidad y éxito en el mercado de la belleza

Si ya tienes un salón de belleza, o estás a punto de abrir uno, construir tu reputación tendría que ser tu primera preocupación. Tu profesionalidad no es una simple etiqueta que te atribuyen; tiene que ver con tu actitud, integridad, confianza y respeto para los demás.

En el mercado de la belleza, como en cualquier otro sector, la profesionalidad es algo que se conquista y tiene que ver con la imagen que eres capaz de transmitir a los demás. El éxito en el mercado de la belleza se conquista con mucho trabajo y esfuerzo, pero tiene una gran recompensa.

En este artículo te daremos 10 consejos para crear la carrera y conseguir el éxito que te mereces

1) Gánate el éxito cada día: El éxito se gana día tras día dando lo mejor de ti en cada momento. Estar atento a los desafíos que se te presentan en el camino, estar listo a luchar, es un claro reflejo de tu seriedad y de tus ganas de triunfar.

2) Pon a prueba tus límites: Hay días malos que pondrán a prueba tu límite de aguante en tu carrera y profesión. Aunque puedan parecer obstáculos, en realidad te permiten conocerte mejor. Conocer tu límite es la mejor forma para demostrar a ti mismo que eres capaz de superarlo. El trabajo fácil te deja estancado en tu zona de confort; sal de ella y emprende el camino hacia la excelencia.

3) No tienes el “derecho” de ser considerado un profesional: Esta afirmación puede parecer algo extraña. En realidad, son muchos los propietarios de salones de belleza, o spa, que piensan tengan el derecho de ser considerados excelentes profesionales, solo por el rol que cubren dentro de la empresa. La profesionalidad tienes que ganártela, así como el éxito. Una carrera se construye, y no se recibe como un regalo.

4) Imagen y reputación: Perseguir una carrera y el éxito significa vivir debajo de un “microscopio público”. Tus acciones y palabras están ahí para ser evaluadas, juzgadas y criticadas. Sobre todo en la era de las redes sociales, donde es muy fácil expresar la propia opinión públicamente, perder tu reputación puede ser una cuestión de pocos segundos (o pocos mensajes). Intenta proteger tu imagen y reputación evitando situaciones que podrían ponerlas en peligro.

5) No te eches nunca para atrás: Este punto es muy fácil de entender, pero a la vez difícil de cumplir. Un profesional de éxito nunca se echa para atrás, sobre todo en situaciones difíciles. Estar ahí, estar presentes, significa ser un líder de confianza. Las personas que tienden a echarse para atrás, son justo las que quieren resultados sin querer salir de su zona de confort.

6) Busca asesoramiento de los mejores: Cuando pides asesoramiento a las personas que ya han conseguido lo que quieres conseguir tú, creas las condiciones para crecer y convertirte en un profesional de éxito. Hay personas que rechazan la idea de pedir consejo, de hacerse guiar; esas personas son las que nunca podrán alcanzar un nivel de profesionalidad envidiable. Dejar de aprender es lo peor que puedas hacer.

7) ¡Cuidado con tu ego!: Si no mantienes bajo control tu ego, es posible que acabe haciéndose tan grande que no podrás controlarlo. No hay nada malo en amarse a uno mismo, pero hacerlo sin control puede hacerte aparecer un idiota. Cuando alcanzas el éxito te mereces un reconocimiento, pero pretenderlo a toda costa no es bueno para tu imagen.

8) Medir es descubrir la verdad: Si el éxito que enseñas a la gente es real, no tienes que preocuparte; pero, en el caso ese éxito sea solo un montaje para cubrir problemas, entonces tendrías que plantearte hacer un examen de conciencia. Existen muchas cosas que se pueden medir en tu salón de belleza: aspectos financieros, operaciones, beneficios etc. ¿Qué dicen de ti y de tu empresa los resultados? ¿Está todo marchando de la forma correcta, o hay algo que se podría mejorar? Si todavía no lo has hecho, mide tus resultados ahora mismo.

9) Abraza la “profesionalidad”: Como decíamos antes, la profesionalidad es una característica que se conquista con trabajo, y esfuerzo. Eres tú que decides hasta que nivel quieres ser un buen profesional. ¿Qué nivel de compromiso tienes con tu empresa, tus clientes, tu ética laboral etc? Todos estos puntos te darán una imagen muy precisa del tipo de profesional que eres.

10) Ayuda a los demás: Todo lo que has conseguido hasta este momento, lo debes seguramente a alguien que te ha ayudado, enseñado y guiado. Ahora que eres el profesional que querías ser, ha llegado la hora de devolver el favor a los que vendrán después de ti. Enséñales el camino que has seguido, ayúdales paso a paso para que se conviertan en los profesionales que se merecen ser. Ser un mentor es la mejor manera para seguir construyendo tu reputación.

A este punto, evalúa atentamente tu modelo de negocio y tu imagen como profesional. Si ninguno de estos puntos se ve reflejado, tendrías que plantearte un cambio.

Crear una carrera de éxito y ser un excelente profesional no siempre es fácil, pero es necesario si quieres que tu empresa triunfe.

¿Qué hacer cuando tu negocio va mal?

Exactamente como los humanos, un negocio puede tener serios problemas de salud de vez en cuando. Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, conocerás esa sensación de malestar que produce la idea de que las cosas no estén marchando en la dirección correcta. Si tu negocio es sano, tú también te sentirás en forma; de lo contrario, te sentirás preocupado y estresado.

Puede que en este momento estés experimentando problemas en tu negocio. Con este artículo esperamos poder ayudarte contestando a la pregunta: ¿Qué hacer cuando tu negocio va mal?

Antes de todo, tienes que pasar a la acción e intentar resolver los problemas principales. Aquí empieza lo difícil: no importa lo grande o pequeño que sea el arreglo que se necesite; arreglar algo significa cambiar algo y los cambios pueden producir más estrés. Además de eso, entra en juego el miedo a empeorar las cosas y las miles de dudas que acompañan una decisión importante.

Las dudas, y los miedos, no sirven de nada; así que sigue estos seis consejos y serás capaz de volver a tener las riendas de tu negocio y recuperar tu bienestar.

1) Arregla antes lo peor: La peor parte del problema es la que se tiene que arreglar antes; lo demás puede esperar. Es cierto que arreglar grandes problemas puede generar mucho miedo, pero recuerda que son estos los responsables de la “enfermedad” de tu negocio. Cuanto más pase el tiempo, más difícil será solucionarlos.

2) Levántate y lidera: Los grandes problemas suelen generarse cuando no te sientes bien. En ese momento no estás en condiciones de liderar correctamente tu equipo y gestionar eficazmente el negocio. Vuelve lo antes posible a la acción y demuestra a tu equipo que estás decidido a solucionar lo que va mal.

3) Estudia un nuevo camino: Arreglar problemas significa estudiar un nuevo camino para tu empresa. Lo más importante es, sin dudas, hacer partícipe a todos los miembros de tu equipo del cambio. ¿Adónde irá la empresa de hoy en adelante? Se podría decir que este nuevo camino se traduce también en una nueva visión. Crear claridad es la mejor manera de eliminar la incertidumbre.

4) Comunica como nunca los has hecho antes: Compartir con tu equipo tus ideas, opiniones y pensamientos es una parte fundamental del proceso de cambio. La comunicación es muy importante en una buena estrategia hacia el éxito, pero cuando se trata de solucionar un problema, se convierte en algo imprescindible. Sin una comunicación eficaz no puedes esperarte ayuda y apoyo de parte de tus empleados. Además de eso, la comunicación te permite adquirir mayor confianza en ti mismo y en los demás. Ser transparente y sincero siempre tiene su recompensa.

5) Deshazte de los demás pequeños problemas: Una vez empezado a solucionar los problemas más grandes, aprovecha para deshacerte también de los problemas secundarios. Involucra el equipo al completo en este proceso de solución.

6) Aléjate de los días malos, pero no los olvide: Cuanta más distancia pongas entre los días malos y tú, mejor. Sin embargo, cuando se hacen progresos se tiene la impresión que los problemas se hayan solucionado por completo. No caigas en la trampa. A veces los problemas parecen solucionados, pero necesitan más tiempo para que lo estén realmente. Recuerda siempre los días malos, porqué son estos que te ayudarán a mantenerte siempre atento y a no cometer los mismos errores.

Porqué intentar encontrar soluciones rápidas a los problemas es malo para tu salón de belleza, o spa

Si llevas en el mundo empresarial desde hace tiempo, te habrás dado cuenta que todos tenemos que lidiar con pequeños, o grandes, problemas de vez en cuando. Pensar que todo salga bien a la primera, es una utopía.

Saber cómo gestionar y solucionar estos problemas es muy importante, pero hay un error que se tiene que evitar a toda costa, es decir: intentar encontrar soluciones rápidas.

No nos interpretéis mal; no estamos diciendo que si la solución se puede encontrar rápidamente no se tenga que aprovechar la ocasión. En este caso hablamos de todas aquellas decisiones que se toman de impulso y acaban solucionando el problema solo en parte.

Imagina de pinchar la rueda de tu coche: si le pusieras encima un parche sería la solución más sencilla y rápida, pero, ¿cuánto tiempo duraría el arreglo? Cambiar la rueda sería lo correcto, aunque cueste más tiempo, esfuerzo y dinero.

A continuación te dejamos 6 puntos que te harán reflexionar sobre lo que acabamos de decir.

1) Entiende la situación: Como decíamos, las soluciones rápidas son siempre impulsivas. La idea es que podamos deshacernos del problema cuanto antes, o por lo menos de su aspecto más negativo. En los negocios, los problemas que no se han solucionado del todo vuelven con más fuerza que antes. Respira profundamente y examina las causas que han llevado al problema. Una vez que seas capaz de aislarlas, será más fácil encontrar una solución eficaz.

2) Acepta y soluciona: Una vez individualizado el problema, ¡acéptalo! Se trata del primer paso para solucionarlo. Aceptar significa ser realista y hacerse cargo de tus responsabilidades. Como propietario de tu salón de belleza, o spa, siempre tienes parte de la culpa. Es difícil reconocerlo, pero es la única manera que tienes para enfrentarte a la situación.

3) Piensa en un plan de acción: Solucionar un problema es imposible si no tienes un plan muy claro en mente. Pensar en el plan de acción y ejecutarlo, es algo inevitable. Un buen plan prevé también pensar en los posibles escenarios negativos que se puedan crear. En pocas palabras, necesitas tiempo para entender cuáles son los pasos para llegar a la solución final. La solución rápida, como ves, no es viable.

4) Ejecuta tu plan: Una vez tengas el plan preparado, llega la hora de ejecutarlo. Este punto también necesita tiempo. Todo plan tiene su objetivo y todos los miembros de tu equipo lo tienen que conocer. Si hay que cambiar el “rumbo de tu barco”, todas las personas implicadas tienen que remar en la misma dirección. Hacer un seguimiento de tus progresos es otro punto extremadamente importante. Si hay que cambiar algo en el plan, ¡hazlo! No importa cuánto tiempo sea necesario; recuerda que lo más importante es solucionar el problema por completo.

5) Sé persistente: Las soluciones rápidas casi nunca te hacen llegar al objetivo que te has fijado. Intentar encontrar soluciones rápidas es lo mismo que pintar una pared llena de termitas; el problema se queda ahí. Ser persistente en tu estrategia es la actitud correcta.

6) Aprende de los problemas: Enfrentarse a problemas de vez en cuando es normal. Si los consideras como una manera para aprender, y crecer como empresario y profesional, ya no les tendrás demasiado miedo. Aprender de los errores, y de los obstáculos en el camino, es una oportunidad. Si te derrumbas al primer obstáculo, pierdes la posibilidad de ser mejor líder, mejor empresario y mejor persona. ¿Lo has pensado alguna vez?

Si sientes la necesidad de encontrar una solución rápida, intenta evitarlo. No importa lo convencido que estés de que vaya a funcionar…las soluciones rápidas suelen ser trampas. ¡No caigas en ellas!

¿Qué hacer cuando te desenamoras de tu salón de belleza, o spa?

Ser propietario de un salón de belleza o spa no es siempre fácil. De hecho, se trata de un camino lleno de éxitos y fracasos, altibajos, satisfacciones y decepciones.

La dura labor de gestionarlo de la mejor forma requiere tenacidad, capacidad de liderazgo, determinación y conocimientos. Eso lleva a veces al desánimo del propietario que, en lugar de querer su negocio con toda su alma, acaba desenamorándose del mismo.

Cuando te desenamoras de tu salón de belleza, cualquier obstáculo se hace más grande y la mínima interferencia puede tener como resultado el deseo de dejarlo.

¿Sabes cuál es el peligro más grande de esta situación? Si tú no amas tu negocio, no puedes esperarte que tus empleados lo hagan. Así que, si te sientes negativo acabaras transmitiendo esa negatividad a todo el equipo.

A continuación te enseñaremos la importancia de seguir amando lo que haces y lo que has construido, así como las posibles soluciones que tienes a disposición para volver a enamorarte de tu proyecto.

1) Si tú no lo haces…ellos tampoco: Se trata de un concepto muy simple. Si no amas tu negocio, los empleados no amarán trabajar para ti. Nadie experimenta ilusión, inspiración y satisfacción cuando el líder se siente un desgraciado. El propietario de un negocio suele echar la culpa justo a sus empleados cuando las cosas no marchan en la dirección correcta. Al revés, los empleados echan la culpa al propietario si no se sienten realizados. Aquí es dónde volver a enamorarse de tu proyecto empresarial se hace necesario. La continua “falta de amor” provocará pronto una irreparable fisura que acabará con tu negocio.

2) El camino al desamor: Hay situaciones que llevan muy fácilmente al desamor para el proprio negocio. El abandono de valiosos miembros de tu equipo, una situación financiera difícil o el incumplimiento de tus objetivos pueden jugar un rol determinante. Todas estas situaciones son estresantes y pueden afectar no sólo a tu ámbito laboral, sino también a nivel personal. Si estas situaciones no te permiten seguir adelante, buscar la ayuda de un coach puede ser una buena idea. A veces, una persona que te pueda indicar el camino correcto es lo mejor que puedas encontrar.

3) Volver a enamorarse: La manera más eficaz de volver a enamorarse de tu negocio es crear un nuevo camino, que te lleve a una nueva y mejor realidad. Redefinir el destino, volver a tomar el control de la situación y mejorar la relación con tu equipo, son pasos fundamentales. Es increíble el cambio que puedes experimentar cuando vuelves a sentirte parte de algo importante. Tu deseo de dejarlo todo atrás se convierte en el deseo de ver crecer tu empresa. Experimentarlo es lo mejor que te pueda pasar, ya que valorarás mucho más lo que has sido capaz de construir.

4) Seguir el camino correcto: Es muy fácil volver a la negatividad de antes, cuando tienes que enfrentarte a una dificultad. Una empresa necesita progresar constantemente. Si llegas al punto de tolerar lo que no te gusta de tu empresa, acabarás sin duda desenamorándote de ella. Si, de lo contrario, tu actitud sigue positiva y eres capaz de tomar decisiones importantes para que el proyecto crezca, volverás a enamorarte. Se trata de un mecanismo muy sencillo y eficaz: dalo todo para tu negocio y sentirás la pasión fluir en tus venas.

Aquí va nuestro desafío semanal: si crees no sentir más amor para tu negocio, vuelve a leer los cuatro puntos de este artículo. Haz un listado de las cosas que no te gustan actualmente de tu empresa. Reflexiona sobre las causas que te han llevado al desamor.

Al final, escribe todas las acciones que, según tú, podrían ayudarte a mejorar la situación. Esas acciones son las que componen tu nuevo camino. Lo único que te queda por hacer es luchar, volver a darlo todo y sentir, poco a poco, como la ilusión vuelve a ser parte de tus pensamientos. ¿Estás listo para el cambio?

6 razones por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, es fantástico

Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, sabrás que tener un negocio significa mucho más que gestionarlo, ocuparse de las cuentas, contratar y despedir empleados, etc. No se trata solo de hacer dinero.

Ser propietario de un salón de belleza, o spa, significa también encontrarse con obstáculos en el camino, tomar decisiones difíciles, sobrevivir a momentos de crisis. A veces las cosas van bien y otras veces mal; eso es inevitable.

Tener un negocio es duro

Ser propietario de un negocio es un desafío constante. El éxito lo obtienen solo las personas con la capacidad de sobrevivir, adaptarse y ser tenaces.

Sin embargo, emprender es una experiencia emocionante y satisfactoria. En este artículo te mostraremos 6 razones por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, a pesar de ser duro, vale verdaderamente la pena.

1) Perseguir tu visión: Convertir una idea en un negocio es algo extraordinario. La posibilidad de perseguir tu visión personal te hace sentir orgulloso de lo que haces y creas cada día. A lo largo del tiempo, esa visión se refina aún más, y la determinación de perseguirla se hace más grande. Tu negocio representa lo que tú eres y tu visión es lo que hace tu empresa única. Perseguir tu visión es, por así decirlo, tu propósito principal. Sólo un emprendedor puede entender la emoción y el orgullo que eso conlleva.

2) Descubrir tu potencial: Un negocio propio te permite testear tus habilidades y tu capacidad de solucionar los problemas; pone a prueba tu capacidad de liderazgo, de inspirar a los demás, de crear sistemas de trabajo y un sinfín de otras cosas. Gestionar un negocio propio significa sin dudas descubrir tu potencial en todos los aspectos.

3) Descubrir el potencial de los demás: Una de las cosas más bonitas de ser propietario de un negocio es la de tener la posibilidad de ayudar a los demás a descubrir su potencial. El entusiasmo en los ojos de los miembros de tu equipo cuando le transmites información, o le enseñas lo que tu experiencia te ha enseñado a lo largo del tiempo, no tiene precio. Ver a tus empleados crecer junto a ti, y ser parte de ese crecimiento, es un gran privilegio.

4) Hacer la diferencia: Ser propietario de un salón de belleza, o spa, significa tener la posibilidad de “hacer la diferencia”. Cuando creas tu negocio, tienes la libertad de establecer tus reglas y tu forma de trabajar. Puedes crear algo único, y ser una inspiración también para otras personas. Puede tratarse de tus clientes, o de tus colaboradores…hacer la diferencia en la vida de otras personas es la clave de cada negocio de éxito. Un negocio que solo piensa en generar dinero, no tiene alma.

5) Crear valor: Cuando eres capaz de convertir tu idea en un negocio que funciona, estás creando valor. Como emprendedor, los años de duro trabajo comportan siempre una recompensa. Si eso no tuviera que pasar, tendrías que plantearte un cambio en tu forma de gestionar el negocio. Como en cualquier otra profesión, crear valor tiene que ver con aprender constantemente y mantenerse al día, pero también amar lo que haces y sentirte orgulloso de lo que has creado.

6) Tener libertad: Ser propietario de un negocio significa tener la libertad de perseguir tus sueños y crear la realidad en la que quieres vivir. A pesar de las dificultades, si eres el capitán de tu barco tienes la posibilidad de llevarlo dónde tu quieras. Es cierto que esa libertad comporta un alto nivel de responsabilidad, pero esa misma responsabilidad es la que cada emprendedor tendría que amar con todas sus fuerzas. Si al ser emprendedor no sientes que eres libre, tendrías que plantearte si de verdad es lo que quieres.

Por finir, te proponemos un desafío: tómate un momento de tiempo y escribe en un papel seis razones personales por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, es fantástico para ti. Al tener claras esas razones, cada día agradecerás el hecho de haber decidido montar tu propio negocio.